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Jesus Camp
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Jesus CampEU, 2006
Dirigen: Heidi Ewing y Rachel Grady
"Jesus Camp" es un documental, dirigido por Heidi Ewing y Rachel Grady, el cual sigue a un grupo de cristianos evangélicos en los Estados Unidos, para presentarnos sus ideas, pensamientos y la forma de vida de los integrantes de esta comunidad, compuesta principalmente por niños. El filme nos lleva a un campamento de verano, en donde tanto padres de familia junto a sus hijos, rezan y esperan que Dios les perdone sus pecados, ayude al mundo y bendiga a la nación elegida por Él.
Realmente es uno de los documentales que más he disfrutado. De hecho, se terminó y yo aún quería más. Son tantos los temas que tocan y es demasiada información que me encantaría discutir pero trataré de plasmarlo de una forma breve. Primeramente, el documental es un retrato de una comunidad religiosa que casi raya en el fanatismo. Estoy seguro que no todos los cristianos evangélicos son como ellos y estoy convencido que el objetivo del filme no es transmitir ese mensaje. Yo creo que lo que nos trata de enseñar es que existen ciertos límites para todo y que en ocasiones, la pérdida de la cordura hace que se desencadenen actos que se acercan al fanatismo. Los niños que salen en la película son educados en casa por sus mamás, ya que no creen en las mentiras que enseñan en la escuela, ni en que éstas sean laicas. Por lo tanto, los pequeños son aislados de la sociedad y su único contacto es con miembros de la misma comunidad religiosa que les lava el cerebro de una manera impresionante.
Hubo momentos en los que realmente sentía miedo y a la vez tristeza por los niños. Después de todo, ellos no tienen la capacidad de darse cuenta que están siendo manipulados por los adultos y les enseñan una versión deformada de los hechos. Más allá de hablar de la palabra de Dios, este grupo de fieles incitan a los pequeños a la guerra, les dicen que no hay porque preocuparnos por la problemática del calentamiento global ya que nuestra estadía en este planeta es corta y no afectamos al medio ambiente, les enseñan que la manera de "orar" con Dios es rompiendo objetos, provocando a la violencia, a pensar que los que no pertenecen a su grupo no se merecen una vida posterior y finalmente, a venerar y casi casi ver como una especie de dios o ídolo al presidente norteamericano George Bush.
Es una religión que tomó un rumbo más político y más que educar a los niños en la palabra de Dios, los obliga, los restringe de muchas actividades que a los pequeños les agradan y los preparan mentalmente para convertirse en viles borregos, que siguen al líder sin cuestionar nada, con la finalidad de llegar a tener a algún puesto público de dicho país y guiar al pueblo por la verdad única de que Dios es el salvador. Es meramente, un ejemplo de abuso y de ejercer el poder y el control de una manera indiscriminada.
Siendo católico, considero que la religión es parte importante de cada persona, pero creo que hay un punto que marca la diferencia entre ser un creyente y convertirte en un fanático. No por el hecho de que algunas religiones o ideologías orientales opten por el fanatismo, nosotros también habremos de hacerlo. Definitivamente no es un argumento válido ni razonable. Es muy lamentable que las iglesias, y no únicamente la cristiana evangélica, muchas veces persigan otros intereses, pactos con empresas o gobiernos y que utilicen su poder de convocatoria y convencimiento para controlar las mentes de sus feligreses y terminen por apartarse de los estándares que las rigen y pongan en mal el nombre de una iglesia y a todos los que forman parte de ella.
Si tienen oportunidad de verlo, ¡háganlo!. Les aseguro que no serán 84 minutos que tirarán a la basura. Al contrario, es un filme que te hará pensar y ver más allá de lo que conocemos.
Realmente es uno de los documentales que más he disfrutado. De hecho, se terminó y yo aún quería más. Son tantos los temas que tocan y es demasiada información que me encantaría discutir pero trataré de plasmarlo de una forma breve. Primeramente, el documental es un retrato de una comunidad religiosa que casi raya en el fanatismo. Estoy seguro que no todos los cristianos evangélicos son como ellos y estoy convencido que el objetivo del filme no es transmitir ese mensaje. Yo creo que lo que nos trata de enseñar es que existen ciertos límites para todo y que en ocasiones, la pérdida de la cordura hace que se desencadenen actos que se acercan al fanatismo. Los niños que salen en la película son educados en casa por sus mamás, ya que no creen en las mentiras que enseñan en la escuela, ni en que éstas sean laicas. Por lo tanto, los pequeños son aislados de la sociedad y su único contacto es con miembros de la misma comunidad religiosa que les lava el cerebro de una manera impresionante.
Hubo momentos en los que realmente sentía miedo y a la vez tristeza por los niños. Después de todo, ellos no tienen la capacidad de darse cuenta que están siendo manipulados por los adultos y les enseñan una versión deformada de los hechos. Más allá de hablar de la palabra de Dios, este grupo de fieles incitan a los pequeños a la guerra, les dicen que no hay porque preocuparnos por la problemática del calentamiento global ya que nuestra estadía en este planeta es corta y no afectamos al medio ambiente, les enseñan que la manera de "orar" con Dios es rompiendo objetos, provocando a la violencia, a pensar que los que no pertenecen a su grupo no se merecen una vida posterior y finalmente, a venerar y casi casi ver como una especie de dios o ídolo al presidente norteamericano George Bush.
Es una religión que tomó un rumbo más político y más que educar a los niños en la palabra de Dios, los obliga, los restringe de muchas actividades que a los pequeños les agradan y los preparan mentalmente para convertirse en viles borregos, que siguen al líder sin cuestionar nada, con la finalidad de llegar a tener a algún puesto público de dicho país y guiar al pueblo por la verdad única de que Dios es el salvador. Es meramente, un ejemplo de abuso y de ejercer el poder y el control de una manera indiscriminada.
Siendo católico, considero que la religión es parte importante de cada persona, pero creo que hay un punto que marca la diferencia entre ser un creyente y convertirte en un fanático. No por el hecho de que algunas religiones o ideologías orientales opten por el fanatismo, nosotros también habremos de hacerlo. Definitivamente no es un argumento válido ni razonable. Es muy lamentable que las iglesias, y no únicamente la cristiana evangélica, muchas veces persigan otros intereses, pactos con empresas o gobiernos y que utilicen su poder de convocatoria y convencimiento para controlar las mentes de sus feligreses y terminen por apartarse de los estándares que las rigen y pongan en mal el nombre de una iglesia y a todos los que forman parte de ella.
Si tienen oportunidad de verlo, ¡háganlo!. Les aseguro que no serán 84 minutos que tirarán a la basura. Al contrario, es un filme que te hará pensar y ver más allá de lo que conocemos.
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