Lars and the Real Girl


Estados Unidos, 2007
Dirige: Craig Gillespie
Con: Ryan Gosling, Emily Mortimer y Patricia Clarkson

Desde el momento en que vi el trailer de Lars and the Real Girl, me convencí que la cinta tenía que ser un must-see en este año. No únicamente por contar con las actuaciones de Ryan Gosling y Patricia Clarkson, ésta última mi actriz favorita, sino por la peculiar historia que desarrolla. Ubicada en un pequeño pueblo norteamericano, Gosling interpreta estupendamente a Lars, un tipo solitario y casi treintañero que vive en el garage de la casa que perteneció a sus padres y que ahora habitan su hermano mayor (Paul Schneider) y su esposa (una fabulosa Emily Mortimer). Entre su trabajo, asistir a misa y conversar raquíticamente con su familia más cercana, Lars se ha aislado completamente del mundo y su cuñada no hace más que preocuparse por él.

Un buen día, Lars sorprende a más de uno con la noticia que tiene novia. Asombrados por el acontecimiento y por la felicidad del personaje, el pequeño pueblo se conmociona al descubrir que la novia de Lars es una muñeca de plástico que compró por Internet, pero que él, en un estado alucinatorio, cree que es de verdad. Este es el punto de partida para una historia que nos habla acerca del significado del amor, desde la perspectiva de un hombre solitario con traumas que datan desde su infancia, que imposibilitado para compartir y expresar sus sentimientos con el resto de las personas, decide refugiarse en un ser no viviente, que si bien representa el estándar de perfección que siempre había buscado en una mujer, pronto se dará cuenta que no hay nada mejor como el poder compartir esos momentos especiales con alguien más humano.

Lars and the Real Girl es una historia que inicia como una comedia, pero que poco a poco, especialmente rumbo al final, se convierte en un drama inteligente y bien tratado, que sin necesidad de caer en cursilerías y clichés, nos hace reflexionar acerca del amor y la comprensión hacia los demás. La actuación de Ryan Gosling es sorprendente y resulta en un perfecto complemento a la interpretación que ofreció en Half Nelson, donde también lució espectacular. No cabe duda que Gosling se esta convirtiendo en uno de los actores más versátiles, talentosos y prometedores de la industria. Mientras que el cuadro de actores secundarios brindan unas actuaciones remarcables, donde sobresale Emily Mortimer y Patricia Clarkson, quien en esta ocasión la hace de psicológa y doctora.

Gillespie arma una cinta aleccionadora y entretenida que tiene el potencial de convertirse en un clásico del cine independiente. Lars and the Real Girl termina por ser como ese amigo que nos motiva cuando estamos deprimidos, que nos da ánimos y nos dice que el amor verdadero existe, que algún día llegará y que seremos felices, pero que mientras tanto hay que saber vivir y estar atento a las oportunidades que se nos presentan en la vida.
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Eastern Promises


Estados Unidos, 2007
Dirige: David Cronenberg
Con: Viggo Mortensen, Naomi Watts y Armin Mueller-Stahl

Debo aceptar una cosa, no soy fiel seguidor de las cintas de Cronenberg. Su anterior trabajo, A History of Violence - también protagonizado por Viggo Mortensen -, pese a parecerme un trabajo muy bien elaborado, me dejo como esperando ese algo que nunca llegó. Después de escuchar fabulosas críticas de esta cinta, en especial de los buenos resultados que obtuvo en el festival de cine en Toronto, no me quedó más opción que ir a verla.

Eastern Promises nos lleva hasta la ciudad de Inglaterra para presentarnos la historia de una jovencita de origen ruso que pierde la vida, no sin antes dar a luz a una pequeña niña. La enfermera responsable del parto, Anna (Watts), solamente encuentra el diario de la difunta escrito en ruso y una tarjeta de un restaurante de la ciudad. Convencida de encontrar a algun familiar de la joven, para que se haga cargo de la recién nacida, Anna pronto se involucrará en un asunto sumamente delicado, cuando al traducir el diario se de cuenta que la poderosa mafia rusa situada en Inglaterra es la responsable del homicidio de la joven, a quien le prometieron una mejor vida pero la engañaron, obligándola a convertirse en prostituta a sus 14 años de edad.

Viggo Mortensen entrega una de las mejores actuaciones de su carrera, por no decir que la mejor, interpretando a Nikolai, uno de los guardaespaldas del jefe de la mafia quien se involucra más de la cuenta con Anna y decide ayudarla en la búsqueda de los familiares de la chava asesinada. Sin embargo, quien se roba la película con su actuación es Armin Mueller-Stahl, quien es capaz de transmitir la ira y a la vez, la amabilidad de su personaje con tan solo una mirada.

Eastern Promises es un drama que te mantiene al borde de la butaca por casi dos horas y que además, ofrece una que otra escena de gore muy al estilo del realizador. Con una historia sólida, un reparto que brinda unas interpretaciones de lujo y una fotografía que es capaz de transportarnos a Inglaterra, el filme logra tener ese algo que "A History of Violence" no tuvo. A final de cuentas, creo que le apostaría más a una historia más sombría y perfectamente ejecutada y a la madurez en la actuación de Viggo.
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Into the Wild


Estados Unidos, 2007
Dirige: Sean Penn
Con: Emile Hirsh, Catherine Keener y William Hurt

Para todos los excépticos acerca del trabajo como director de Sean Penn les tengo una noticia: no solo es uno de los actores más talentosos de su generación, sino que ha logrado demostrar sus habilidades detrás de las cámaras. Basada en la historia verdadera de Christopher McCandless, Into the Wild es un viaje de autodescubrimiento para un joven que estaba decidido a vivir en contra de las reglas de la sociedad.

Emile Hirsh hace un estupendo trabajo interpretando a Chris, quien despúes de terminar su carrera decide tomar su automóvil viejo y emprender un viaje sin decirle a nadie por los Estados Unidos, dejando atrás a sus padres, a su hermana y a la vida prefabricada, vacía y materialista que le esperaba. En el camino, pierde el automóvil, se deshace del dinero y tarjetas de crédito que tenía y comienza a vagar por las carreteras con la finalidad de concluir su viaje en Alaska y vivir completamente solo, alejado de la sociedad que por momentos repudiaba.

La cinta es narrada por la hermana de Chris, interpretada en la cinta por Jena Malone, haciendo que la película sea un contraste entre dos puntos de vista distintos: el de Chris quien está empeñado a realizar su viaje cueste lo que le cueste y que es incapaz de perdonar el daño que durante toda la vida le ha ocasionado su familia, con el de su hermana, quien pese a extrañarlo y casi implorar que se encuentre bien, está consciente que su hermano logrará darse cuenta de su error y regresar nuevamente a la casa.

En su recorrido, Chris conoce a personas que sin lugar a dudas le cambian la vida, le abren los ojos a una realidad que desconocía, pero a la vez le hacen entender que tiene un futuro por delante, que tiene todas las oportunidades para triunfar en la vida a diferencia de otros que quisieran tenerlas y que pese al rencor que le tiene a sus padres, los padres siempre estarán ahi para apoyar a sus hijos. Junto con Chris, nosotros como espectadores vamos a lugares hermosísismos, somos testigos de la naturaleza sin la intervención del hombre, pero también nos toca presenciar el descubrimiento interno del personaje principal.

Into the Wild tiene un mensaje sumamente profundo: los humanos fuimos hechos para vivir con los demás y no podemos ser felices si nos aislamos de la sociedad. Tan fácil y tan sencillo como eso. Es una cinta que nos pone en el papel de jueces y cada quien tiene la oportunidad de decidir que es lo que haríamos si estuvieramos en los pantalones de Chris. Into the Wild es una gran obra cinematográfica, honestamente humana, brutalmente emotiva y extraordinariamente cautivante. Uno de los mejores trabajos del año, por no decir que el mejor e indudablemente, una película que me hizo mucho reflexionar y que tocó mi vida de una manera especial.
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Lust, Caution


Se, jie
China/Taiwan/Hong Kong, 2007
Dirige: Ang Lee
Con: Tony Leung, Tang Wei y Joan Chen

Después del aclamado y controvertido filme "Brokeback Mountain", Ang Lee vuelve a estar en el centro del reflector, aunque en esta ocasión gracias a la controversia que ha generado con su más reciente cinta que lleva por título en inglés "Lust, Caution". Para todos aquellos que aún no lo sepan, la MPAA, esa institución gringa que se encarga de otorgarle la clasificación a las películas y que es más que querida por muchos de los realizadores, le otorgó a la película la restrictiva clasificación de NC-17 por su alto contenido sexual. Lee decidió no recortar la película y presentar la versión original, aunque eso le cueste no tener promoción en medios masivos como televisión o periódicos y no exhibirse en ciertas cadenas de cines que tienen prohibido pasar películas con esta clasificación.

Lust, Caution nos lleva al Shanghai de la Segunda Guerra Mundial y nos presenta a Wong, una introvertida estudiante que pertenece a un club de actuación que al unirse a un grupo radical junto con sus amigos, decide realizar un trabajo de espionaje que consiste en asesinar a un poderoso jefe japonés, el señor Yee, interpretado frívolamente por Leung. La ahora señora Mak poco a poco comienza a infiltrarse a la casa de su víctima y aunque sus encuentros y conversaciones son breves, sus miradas delatan un deseo que se esconde dentro de los dos y que es imposible ocultar.

Pronto, ambos se ven envueltos en una relación extramarital masoquista, salvaje y de pasiones desenfrenadas. Y mientras la señora Mak va seduciendo al señor Yee, este le va entregando su corazón, hasta llegar al punto en que ambos están confundidos por lo que en realidad sienten mutuamente. Ang Lee nuevamente presenta una historia de amor, pero a diferencia de Brokeback Mountain, donde las escenas de sexo eran pocas y llevadas con más sutilidad a la pantalla, en Lust, Caution sucede todo lo contrario. Es una historia de amor más fuerte entre dos personas que no deberían cometer el error de entregar su corazón, pero lo hacen, sin saber si la lujuria los llevó al amor, o viceversa.

Lust, Caution parece casi un trabajo artesanal. Es una cinta muy bien cuidada hasta el más mínimo detalle, con unas escenas casi poéticas y con una fotografía de lujo. Lo que tal vez le llega a faltar a la cinta es que la historia no es del todo original, de hecho días antes de verla me tocó ver la de Verhoveen, Black Book, y la historia comparía ciertas semejanzas. Si bien, cae en la categoría de drama/thriller erótico, es la mano de Ang Lee y las actuaciones de los protagonistas quienes hacen que la película valga la pena. Con una mejor historia, pudo haber sido un clásico de amor del cine asiático, sin embargo, es una película que es indispensable ver, sobretodo para los seguidores de la filmografía del realizador taiwanés.

* Ang Lee estuvo presente al final de la proyección de la cinta. Y aunque se mostró muy amable con la audiencia, prefirió no responder preguntas relacionadas con la película ya que prefiere que el espectador saque sus propias conclusiones al respecto. Se le preguntó a Ang Lee sobre sus siguientes proyectos, mencionando que prefería tomarse unas vacaciones por el momento. Dijo sentirse contento por exhibir la película en su corte original en Estados Unidos ya que estaba seguro que la gente que tenga ganas de verla terminará por hacerlo y refirió que el haber ganado un Oscar le abrió muchas puertas, especialmente en países asiáticos que le brindaron el apoyo para filmar Lust,Caution.
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En el Hoyo


México, 2006
Dirige: Juan Carlos Rulfo

En el Hoyo es un documental que se enfoca a presentar la otra cara de la moneda de una de las obras viales más controversiales en México, el tan nombrado segundo piso del Periférico. Para aquellos que somos "de provincia", solamente tenemos una vaga idea de lo que significó esta construcción, así que digamos que no puedo platicar mucho al respecto. Lo que si, es que hasta en Monterrey se hablaba de la magnitud de dicho proyecto. Sin embargo, fuera de enfocarse en la majestuosidad de la obra, Rulfo nos lleva bajo tierra y hasta las alturas, para retratar la vida de un grupo de hombres (y mujeres) que hicieron posible que la obra se cristalizara.

Como audiencia, somos testigos de cómo los trabajadores arriesgan su vida con tal de ganarse la vida con un trabajo honesto, pero que a final de cuentas no es bien remunerado. Colgados a metros de alturas con la más mínima protección y trabajando turnos que fácilmente excedían las 8 horas de trabajo que establece la ley, este grupo de constructores nos comparten fragmentos de sus vidas, así como sus deseos y sus preocupaciones. El documental termina por ser una mirada a una realidad que pasa desapercibida para muchos, quienes vivimos inmersos en nuestra burbuja, que no reconocemos el esfuerzo de esas personas que, sin su tenacidad y sus ganas por ganarse el pan de cada día, son capaces de poner su vida en riesgo.

La cinta me hizo reflexionar sobre lo que significa el trabajo para estas personas y me di cuenta que realmente mi trabajo es la gloria comparado con lo que otros tienen que hacer, con tal de poder subsistir día a día. No solamente eso, sino que desde el momento que terminó la película, decidí no volverme a quejar, cosa que casi no acostumbro a hacer, con respecto al trabajo, ya que sin lugar a dudas, estoy en un ambiente donde no me toca arriesgar mi vida, ni es un trabajo que requiere esfuerzo físico ni horarios de trabajo extremos, etc.

En el Hoyo es un retrato honesto, que si bien hizo valorar mi trabajo y reconocer el esfuerzo de tanta gente en México que es sobre-explotada y mal remunerada, no terminó por complacerme del todo. Algunas escenas salían sobrando, creo que hubo temas que pudieron ser tratados que habrían agregado más valor al documental y la escena final, a pesar de plasmar el resultado medio inconcluso de la obra, me pareció muy larga. Tal vez la intención del realizador fue esa, ya que aproveché ese tiempo para darme cuenta lo mucho que amo mi trabajo.
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The Boss of It All


Direktoren for det hele
Dinamarca, 2006
Dirige: Lars von Trier
Con: Jens Albinus, Peter Gantzler y Mia Lyhne

Lars von Trier, aclamado director por cintas como "Dogville" y "Dancer in the Dark", regresa a su natal Dinamarca para filmar "The Boss of It All", que a diferencia de sus películas anteriores, se trata de una comedia. Si bien, se trataba de un terreno no explorado por el realizador, tenía la plena confianza que por tratarse de Lars von Trier, no podría decepcionarme. Y así lo fue. "The Boss of It All" es una comedia que sin necesidad de rebajarse a las estupideces y chistes de mal gusto que abundan en el cine gringo, sabe hacer reir al público, entretenerlo y de paso, aprovechar para dejarnos una sutil crítica.

La película es narrada por el mismísimo Lars von Trier, quien en su rol como director, nos explica de una forma muy original y divertida, lo que ocurre a cuadro, lo que está como ocurrir, etc. Posteriormente, el filme nos lleva hasta una compañía de TI (Tecnologías de Información) donde el dueño de la empresa, quien ha decidido no decirle a sus empleados que él es el jefe con tal de que no lo odien por ser quien toma las decisiones, está decidido a vender la compañía a un empresario islandés. Sin embargo, para ello requerirá de alguien que se haga pasar por el jefe de la compañía y firme el contrato, así que quien mejor que un actor para que interprete el papel.

Pronto, el actor llamado Kristoffer, quien en un principio acepta el trabajo por necesidad más que por compasión, comienza a darse cuenta de la situación que se vive entre los empleados de la compañía, especialmente por las decisiones que el supuesto jefe ficticio ha estado tomando durante años al frente de la empresa y que, ahora que tienen la oportunidad de enfrentarlo cara a cara, están dispuestos a solucionar los problemas. The Boss of It All pronto se convierte en el enfrentamiento de dos personajes: el falso director y el verdadero director, quienes pronto dejan en claro que sus preferencias hacia la empresa son completamente distintas, pero Kristoffer aprovechará sus talentos histriónicos, así como su poder de control y convencimiento, para poder salirse con la suya.

The Boss of It All es el discurso de von Trier acerca de las grandes compañías, dejando en claro que para ser jefe no es necesario tener todos los conocimientos, sino que lo más importante es establecer una relación de confianza, sinceridad y respeto hacia los subordinados. El filme tiene unos momentos de locura, que es imposible no reirse. Y aunque siento que el final pudo haber sido mejor, la cinta cumple con su cometido, de ser una verdadera comedia y no como los intentos de películas del género que ya no saben ni que hacer con tal de que el público se divierta.
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