Caramel



Francia/Líbano, 2007
Dirige: Nadine Labaki
Con: Nadine Labaki, Yasmine Elmasri y Gisele Aouad

En su debut como directora y escritora, Nadine Labaki ofrece a la audiencia un fino trabajo fílmico, que merece ser visto por todos. Caramel es un homenaje en todo el sentido de la palabra, no únicamente a la ciudad de Beirut, sino también a las mujeres de dicho país. La cinta nos lleva hasta los rincones de una ciudad calurosa, llena de vida y con una fervorosa fe católica, donde 3 amigas trabajan en un salón de belleza. Cada una de ellas se enfrenta a una situación a lo largo del filme: la próxima a casarse que quiere recuperar su virginidad, la que se enamoró de un hombre casado y lo ve a escondidas y la que ama en secreto a una de sus clientas. Sin duda, estas historias no son cosa del otro mundo, pero la manera en como Labaki logra retocar cada detalle de una de ellas, hacen la gran diferencia.

Por momentos, me parecía que estuviera viendo la versión libanesa de Sex and the City, solamente que en lugar de tener a Carrie, Charlotte, Samantha y Miranda recorriendo las calles de Nueva York en sus trajes finos y zapatos de última moda, teníamos a Layale, Nisrine, Rima y Jamale, con los mismos sueños y anhelos que la mujer americana, europea o asiática. Al tiempo que la cinta es regionalista al dejarnos entrar a la cultura libanesa y su gran influencia francesa, también lo es universal al retratar las emociones y problemáticas de las protagonistas. Gran parte del encanto de la película radica en los personajes. Cada uno es tan particular y tan bien definido, que terminamos encariñados con ellos para el final de la proyección.

El mensaje de la película va dirigido hacia las mujeres, no únicamente para quienes viven en Beirut: "se libre, exprésate y no tengas miedo en ser tu misma para poder ser feliz". Y aunque pareciera la fórmula perfecta para desencadenar un tremendo chick flick que promete usar toda una caja de pañuelos desechables, la verdad es que si algo tiene Caramel, es que a diferencia de lo que el título podría sugerir, una comedia romántica llena de sacarina, el filme no empalaga en lo absoluto. Aunque si recurre a uno que otro cliché gastado, la película es honesta, apegada a la realidad y sin necesidad de caer en cursilerías o escenas manipuladoras. Algo que me encantó de la película fue su música, un excelente acompañante para unas escenas encantadoras, sexies y clásicas.

Caramel no solo logró conquistar mi paladar, sino también mi corazón. Es un pequeño filme que conforme se desenvuelve, hace que uno se familiarice, tenga empatía por los personajes y desee que jamás termine. Una película que sin duda alguna, llegará más al público femenino por la naturaleza de su historia, pero que no excluye a la audiencia masculina en lo absoluto. Es un festejo del feminismo en su máxima expresión y a la vez, la admiración de una ciudad, su gente, su cultura y sus tradiciones.
[+]

The Visitor



Estados Unidos, 2008
Dirige: Thomas McCarthy
Con: Richard Jenkins, Haaz Sleiman y Hiam Abbass

Hace 4 años, disfruté y amé una joya del cine independiente titulada The Station Agent (también conocida como Descubriendo la Amistad en su estreno en cines mexicanos casi hasta el 2006). La cinta marcaba el debut del escritor y director Thomas McCarthy y lo que llamaba la atención era la forma en como jugaba con los personajes, los hacía tan únicos que seguían en nuestra mente una y otra vez, incluso después de terminado el filme. The Visitor es la obra sophomore del antes mencionado director, que al igual que su trabajo previo, es una historia que se basa en personajes solitarios y el significado de la amistad.

Walter, interpretado con gracia por Richard Jenkins, es un profesor de economía que vive en su tediosa rutina de manera aislada y egoista, en su hogar ubicado en Connecticut. Cuando le piden ofrecer una plática en Nueva York, Walter se muda a su apartamento que tenía abandonado. Cual será su sorpresa que al llegar al lugar, se encontrará con una pareja de inmigrantes, a la que supuestamente le ofrecieron el lugar para vivir. Al ver que no tienen otro lugar donde alojarse, Walter les ofrece asilo a ambos y dicho gesto desinteresado hará que surja una amistad inesperada.

The Visitor repite la historia del personaje principal que vive en la soledad, y que gracias a la amistad que forja con personas totalmente opuestas a él, es capaz de comprender el sentido de su vida. Resulta interesante ver cómo McCarthy juega con el personaje de Walter y cómo los personajes que le rodean van moldeando la personalidad de un nuevo individuo. El trabajo histriónico de Richard Jenkins es digno de admirarse y estoy seguro que no pasará desapercibido. De acuerdo con Jenkins, quien estuvo en una sesión de preguntas al término de la película, McCarthy, también escritor del filme, hizo el personaje de Walter especialmente para él y es por ello que probablemente la interpretación luzca natural y nos transporte a las situaciones presentadas.

Sin embargo, pese al buen manejo de personajes y a la sobresaliente actuación de Richard Jenkins, The Visitor se queda floja en cuestión de trascendencia, en parte debido a la historia y al ritmo de la cinta que decae para la mitad de la película. Para mi gusto, el tema de la inmigración que maneja en una parte de la trama se ve forzado y metido con calzador. Pero bueno, no cabe duda que la cinta dará de que hablar y pondrá en el radar nuevamente a Thomas McCarthy como un director de cine independiente a quien hay que seguirle los pasos.
[+]

Trailer de The Visitor

Mañana iré a la función especial de The Visitor, la nueva cinta de Thomas McCarthy (The Station Agent), que la verdad promete demasiado. Por ahí he leido que la actuación de Richard Jenkins es simplemente soberbia y que al igual que su predecesora, The Visitor es un deleite total. Esperemos que así sea. Ya mañana les estaré contando al respecto, pero mientras tanto, les dejo el trailer de la película.

[+]

The Ruins



Director: Carter Smith
Con: Jonathan Tucker, Jena Malone y Joe Anderson

Para quienes solían ser fieles lectores de este blog, sabrán que uno de los géneros cinematográficos menos consentido de su servidor es el de terror. No por el hecho de que me de miedito ver una película en lo oscurito y en pantalla grande, rodeado de pubertos en pleno ligue, ni tampoco porque me de pena soltar uno que otro grito y que toda la gente se de cuenta de lo miedoso que soy. No. Es simple y sencillamente que el género ha ido cayendo en las mismas historias, mismas fórmulas, mismos giros de tuerca y mismas mutilaciones, amputaciones y demás perversiones, que la verdad a uno como que ya ni ganas le dan de pagar los 10 dólares de la admisión.

Pero bueno, no se porqué, pero desde que vi el trailer de The Ruins me dieron ganas de verla y se me hizo una película ideal para pasar el domingo por la noche. La cinta narra la historia de 2 parejas gringas que parecen ser los seres humanos más aburridos vacacionando por Cancún, que se unen a un tipo alemán y otro tipo descamisado griego, para visitar un sitio arqueológico donde se supone que anda el hermano del alemán. A los gringos se les hace cool la idea de culturizarse, en lugar de andar emborrachándose en la playa, así que deciden ir. Sin embargo, como era de esperarse, el viajecito se les echa a perder cuando una tribu de supuestos mayas los empieza a atacar y los dejan atrapados en la pirámide.

Pronto, el terror se apoderará de los 6 turistas, sucesos tan ilógicos como estúpidos comenzarán a suceder, la sangre pintará de rojo la pantalla y las risas involuntarias de la audiencia estarán a la órden del día. La película no hace más que reafirmar mi idea de que una buena película de terror no necesita recurrir únicamente al gore para que sea efectiva. Basta con tan solo mirar atrás y dar un vistazo a los clásicos del género y podremos darnos cuenta que son muchos los elementos que se conjugan para provocar horror en el público. Porque una cosa es querer que la audiencia tiemble de miedo, y otra que salgan con nauseas de la sala al ver el festín de extremidades amputadas en la cinta.

Lo siento por The Ruins, pero viene a ser una película más del montón de cintas sangrientas que Hollywood se ensaña por hacer y mostrar al público juvenil. La única diferencia es que no se trata de un remake asiático. Será por eso que la película no funciona? Será que los americanos ya habrán perdido el toque para el cine de terror? O será que algún día se den cuenta que 80 mil litros de sangre no equivalen a una película escalofriante?

[+]

CINERAMA está de regreso

Después de un par de meses (casi) de ausencia, me he propuesto regresar de manera cuasi constante para continuar escribiendo en este espacio. Aunque sigo viendo películas, no tantas como acostumbraba ya que la vida profesional es mucho más diferente que la vida de estudiante, las responsabilidades del trabajo me dejan super cansado y a veces sin ganas de volver a encender la computadora por las noches. Espero que la emoción de regresar al blog no me dure 3 segundos y pfff... sino que dure por meses y meses.
[+]