Machete

La idea de Machete surgió de uno de los trailers falsos que formaron parte de la cinta Grindhouse dirigida por Quentin Tarantino y Robert Rodriguez, con la intención de revivir y rendir homenaje a este peculiar género cinematográfico que tuvo su mayor auge durante los años setenta y ochenta. El trailer gozó de gran aceptación entre la audiencia y fanáticos de ambos directores que Rodriguez inmediatamente comenzó a rodar la cinta.

Danny Trejo interpreta al badass Machete, un ex-agente federal mexicano que después de perderlo todo a manos de un poderoso narcotraficante, decide migrar a los Estados Unidos en busca de rehacer su vida. Sin embargo, el destino le tiene preparada otra prueba al recibir la oferta de asesinar a un senador a cambio de una jugosa cantidad de dinero. Aceptando el trato, pronto Machete se verá envuelto en una trampa que lo llevará no solo a enfrentar nuevamente a su pasado, sino también a convertirse en el defensor de los derechos de los inmigrantes latinoamericanos.

Machete es completamente fiel a la primicia del trailer falso y no decepciona en lo que ofrece al espectador: sangre a chisguetes, violencia y desnudos gratuitos, mutilaciones y un humor muy ácido. Y por si fuera poco, dentro de todo lo que sucede en el filme, Rodriguez logra tocar temas controversiales y de gran relevancia pública, como lo son el problema migratorio y el tráfico de drogas por la frontera, por mencionar solo algunos. Obviamente, uno hubiera esperado que el director ahondara más en estos temas aunque pensándolo bien, eso sería mucho pedir para una película que busca solamente entretener y homenajear al género de cintas exploitation. A nivel histriónico, la cinta cuenta con la participación de un gran elenco, muchos de los cuales ya han colaborado con el director en sus trabajos previos. A Trejo le cayó el papel como anillo al dedo, interpretándolo a la perfección sin tomarse el rol en serio. Hay otros como Lindsay Lohan y Jessica Alba que nadamás no convencen, mientras que Steven Seagal regresa al cine con un personaje que te mantiene atacado de la risa cada vez que pronuncia la palabra ¨puñeta¨ o alguna otra grosería en español. ¿Quién iría a pensar que Seagal sería el comic relief de la cinta?

En resumen, Machete cumple con lo prometido y es una película que disfrutarás ampliamente si eres admirador de los proyectos previos de Robert Rodriguez y Quentin Tarantino. El ritmo del filme es ágil aunque siento que se pierde un poco en la parte final gracias a los demasiados storylines que intentan concluir en tan poco tiempo. Se agradece que la película jamás intenta ser tomada en serio, de lo contrario hubiera resultado en una tremenda atrocidad, y pese a tocar temas de caracter más formal, el director logra atarlos a la historia de una manera sutil sin convertir a la cinta en mera propaganda. Y si Rodriguez vuelve a cumplir con lo que promete, es muy probable que pronto tengamos de regreso al sanguinario y rompecorazones Machete.