Gran Torino

Gran Torino no solamente nos da el lujo de ver a una gran leyenda del cine, como lo es Clint Eastwood, actuando y dirigiendo, sino que también evoca un cierto aire de nostalgia por aquellas cintas americanas que lograron convertirse en clásicos. Obviamente no estoy diciendo que Gran Torino sea un clásico del cine americano, ni que vaya a serlo, sino que simplemente cumple con ciertos elementos de la fórmula de algunos filmes que hicieron que actores tales como Eastwood saltaran a la fama hace ya algunos (...muchos) años. Gran Torino nos demuestra que Clint, a sus casi 80 años, aún no ha perdido su mojo y en lo personal, creo que está en un momento muy importante de su carrera. Al menos sus dos últimos filmes, éste y Changeling, gozan de producciones impecables y de historias interesantes. En esta ocasión, Eastwood interpreta a un racista veterano de guerra que se convertirá en el ejemplo a seguir de su vecino, un joven de origen chino que es constantemente atacado por una pandilla. Ciertamente la película no ofrece nada nuevo y de hecho, algunas actuaciones del elenco son malísimas, pero la forma en como el mensaje se presenta y la simple presencia de Clint en pantalla, son motivos suficientes para disfrutar esta historia de redención.

Gran Torino, 2008
Dirige: Clint Eastwood
Con: Clint Eastwood y Bee Vang