Niños del Hombre - (Children of Men)

Es el año 2027. El mundo se ha convertido en un lugar caótico, donde las guerras y los conflictos están a la orden del día, la gente es perseguida y lo más doloroso, las mujeres se han vuelto infértiles por razones desconocidas. La humanidad se está destruyendo, al mismo tiempo que destruye el planeta. Esta es la premisa bajo la cual el director mexicano Alfonso Cuarón, nos presenta una historia desgarradora, sumamente emotiva y poética, con toques apocalípticos sobre el futuro de la civilización.

Ubicada en Inglaterra, la cinta nos presenta a Theo, un hombre que bien podría representar el sentir de la humanidad. Es un hombre que alguna vez estuvo lleno de vida y felicidad, pero que los golpes de la vida lo hicieron perder la fe que tenía en él mismo y en los demás, hasta convertirse en un ser apático a su entorno e indiferente a la vida. Sin embargo, la vida de este hombre cambiará radicalmente cuando decida a proteger a Kee, una joven ilegal que está embarazada, para llevarla hasta la costa donde supuestamente existe un barco perteneciente a un grupo llamado Proyecto Humano y que ahi pueda tener al bebé.

Como bien sabemos, siempre nos presentan a los niños como la esperanza del mundo. La cinta, al presentarnos un mundo sin infantes, es el equivalente a un mundo que ha perdido todas las esperanzas, un pueblo que vive por vivir sin sentido alguno. El nacimiento de este bebé, simboliza el milagro y la esperanza en la humanidad. Theo experimenta una catarsis al recobrar la fe y descubrir que la esperanza existe y que todas las cosas suceden por alguna razón y nunca sabemos cuales son los planes que nos tiene la vida.

La película nos muestra un futuro que tal vez se convierta en algo real. Es un retrato de los problemas sociales por los que estamos atravesando y cómo aunque ocurra un milagro o algo extraordinario, la gente simplemente lo observa, se asombra, llora, se persigna, pero siguen luchando por ideales, matándose los unos a los otros por causas estúpidas, sin darse cuenta que están acabando con la esperanza de vivir en el futuro.

Es una cinta magistralmente dirigida, una fotografía bien lograda y buenas actuaciones, especialmente la de Clive Owen que merece reconocimiento por el arrebato emocional que transmite. Sinceramente, una de las películas más emotivas que he visto en mi vida, con unas escenas memorables que están para decir "Wow" y la mejor en lo que va del año. Se las recomiendo ampliamente, mis respetos para Alfonso Cuarón y todo su equipo que lograron una cinta, que en lo persona, es superior a Babel de otro director mexicano. Además, sirve como ejercicio para reflexionar sobre lo que estamos haciendo cada uno de nosotros, para evitar que nuestro mundo se destruya poco a poco.


PUNTOS A FAVOR:
Una historia que te atrapa, la fabulosa actuación de Clive Owen, la dirección y fotografía de lujo, pero sobre todo el mensaje de la cinta.


PUNTOS EN CONTRA:
El cinta es, en la mayor parte del tiempo, dramática. Por lo que son pocos los momentos cómicos que podría llegar a resultar aburrido para algunos espectadores.